viernes, 27 de noviembre de 2015

Es nuestro momento: buscando el formato ideal para Eurovisión

En los últimos años, España en el Festival de Eurovisión ha obtenido resultados dispares producto de una política dispar de elección de candidatos: desde preselecciones completas a preselecciones de artista y tema por separado, pasando por preselecciones solo de tema para acabar con elecciones internas completas.

Nuestra televisión pública sigue sin ver el que, a juicio personal, es el principal error de las candidaturas españolas: falta de tiempo y constancia. Falta de tiempo porque se han llegado a preparar preselecciones... ¡en pleno enero! Y falta de constancia porque, desde el año 2004, solo se ha repetido la misma fórmula en una ocasión: 2012-2013. ¿Qué es lo que está fallando?

Parece que en el ente público no hay un verdadero interés por crear un formato que se consolide en el tiempo, como el tradicional Melodifestivalen o el más reciente A Dal. Y parece que tampoco ha habido una verdadera intención por parte de los eurofans, sí, hagamos autocrítica también. Muchos hemos hecho propuestas vagas, pero no hemos concretado algo serio, algo elaborado. Algo que verdaderamente se puede hacer. Hasta ahora.

Por ello, un grupo de eurofans hemos decidido poner en marcha el "Proyecto Copenaga". No, aunque el nombre suene a broma, es un proyecto serio. Y es que necesitamos vuestra ayuda para poder construir un formato para Eurovisión. Para España. Nuestro. Hecho por nosotros. Por ello os pedimos ayuda. Necesitamos que nos aportéis vuestras ideas, y si queréis colaborar con la propuesta, adelante. La idea es conseguir un proyecto serio no para 2016, sino para 2017. Un proyecto planificado a la larga, no para ser usado un único año, y por ende con una proyección hacia el futuro. ¿Te apuntas?


Pulsando aquí accederás a una encuesta que hemos realizado para conocer tu opinión sobre España en el Festival: tus gustos, tus preferencias, lo que crees que falla... este será el primer paso de nuestra escalera, y próximamente os contaremos más detalles del proyecto. La idea es que, nos hagan o no caso, el proyecto llegue a Televisión Española. Un proyecto serio, ilusionante. Pero ante todo, nuestro proyecto.

Añadido: la fecha tope para votar es el 5 de diciembre.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Carta abierta a TVE

A los encargados del departamento de Festivales:

Posiblemente nunca lean esta carta. Pero aprovecho esto para dar mi visión sobre el tratamiento que le dan al Festival de Eurovisión. Por si no lo saben, esta misma semana la televisión chipriota ha anunciado su representante, mientras que la televisión estonia ha anunciado el nombre y los temas se los participantes en su preselección, el Eesti Laul. Con ello no les digo que se pongan ya como locos a anunciar cosas, no hace falta. Simplemente digo que tengan ya las cosas claras. La mayoría de cadenas europeas ya tienen perfilados sus planes para Eurovisión 2016 y, según lo que leemos en prensa, ustedes todavía tienen un dilema sobre si organizar una preselección o realizar una selección interna de artista y/o tema.

Ustedes se empeñan año tras año en que nos creamos que trabajan duro, que tienen la intención de la realidad. A lo mejor soy yo, que soy un incrédulo, y me pienso que no son más que patrañas. O a lo mejor es que llevo razón, no lo sé. Pero me remito a los hechos: nunca han repetido formato de elección durante más de dos años desde que terminara Operación Triunfo. Ustedes han organizado Eurovisión 2005: Elige nuestra canción, al año siguiente eligieron internamente a su representante, luego organizaron aquel desastre llamado Misión Eurovisión para al año siguiente organizar algo todavía más desastroso llamado Salvemos Eurovisión. Y como funcionó, no nos engañemos, simplemente por el hecho de que Chikilicuatre, promocionado por otra cadena, tomara parte en el concurso (el programa fue otro despropósito de gala al que ya estamos acostumbrados), decidieron hacer algo más grande (y cutre) llamado Eurovisión 2009: El retorno. Batacazo en audiencias y resultado, lo mismo por ello optaron por volver al formato del 2008, pero con otro nombre: Destino Oslo. Y bueno, esa gala es lo único medianamente salvable de estos años, con la excepción de cierto episodio que sucedió en aquella gala.

Será porque los experimentos no funcionaron, que entonces decidieron delegar en Gestmusic, que hizo una versión mal hecha de la preselección alemana del 2010. Y otro desastre que llegó, y que llevó a que en 2012 (gran resultado de Pastora) y 2013 se optara por dedazo parcial. Y entonces llegamos a 2014, año en el que se hizo la mejor preselección de los últimos años, aunque mejor no signifique buena (sí en cuanto a propuestas, no en cuanto al programa en sí). Pero entonces llegó 2015 y, en vez de repetir una fórmula que les había funcionado, deciden cambiar y elegir internamente a Edurne con un tema que ni siquiera habían escuchado ya asignado directamente. Ustedes, que dijeron que siempre iban a permitir elegir al público algo, ya sea la combinación entera o el tema, de repente cambian de parecer y repiten la fórmula del 2006, con idéntico resultado: un desastre.

Pero no se enteran. O no se quieren enterar. Los resultados en Eurovisión no llegan por inspiración divina, sino que lo hacen por trabajo, por dedicación, por ganas. Hacen el ridículo en Eurovisión y, en vez de tener una voluntad de querer cambiar algo, ver qué está fallando, deciden pasar del tema, a otra cosa mariposa, y si te he visto no me acuerdo. Aparece una cortina de humo para que se deje de hablar del batacazo, y solucionado: en 2013, el interés de Ruth Lorenzo; en 2015, una posible participación en el JESC y el interés de varios artistas, entre los que se encuentra Marta Sánchez. Pero señores, esto no se soluciona así. Eso se soluciona con constancia. Basta de cinismos, hagamos autocrítica. Escuchen voces ajenas a TVE, incluso ajenas al Festival. Vean qué puede funcionar. Y no cambien todos los años de método.

No, no estoy diciendo que tengan que hacer preselección sí o sí. A Rusia o Países Bajos con la fórmula de elección interna no les va nada mal. Pero si hacen algo, que sea lo mismo todos los años. Algo que encima les viene bien a ustedes, puesto que no tienen que estar elucubrando algo cada año. Simplemente basta con coger lo del año anterior, que ya tienen pensado, y pedir candidaturas. Yo soy partidario de una preselección, como la mayoría de eurofans me atrevería a decir. Lo mismo ustedes no. Pero hagan lo que hagan, por favor, tomen este próximo Eurovisión como base de lo que será los próximos años. Tienen artistas interesados, hagan una preselección con 8 intérpretes, no se compliquen la vida. Así todos los años. Es muy sencillo.

Ya basta de tomarnos el pelo. Ya basta de obviar los fracasos. Es hora de hacer autocrítica. Es hora de la constancia. Es hora de tomarse seriamente en Festival de Eurovisión. Si lo hacen, los eurofans estaremos de su lado, tanto en los éxitos como en los fracasos. Pero por favor, hagan las cosas bien. Si las hacen, los resultados llegarán solos. Los batacazos no serán su culpa. Este año vuelven a tener una oportunidad, y espero que no la desaprovechen.

Un saludo,
un eurofan más.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Hagamos una preselección


Vamos al grano: en TVE dudan sobre si hacer preselección o no. Pues yo les voy a echar una mano, así, rápidamente: preselección sí, y siempre. No cada año ver qué hacer o qué no hacer. Siempre lo mismo. Como hacen casi todas las televisiones de Europa. Y con una fórmula sencillita: coges a 8 cantantes de los tantos que han presentado candidatura para ir a Eurovisión y los metes en una preselección. Listo. ¿Complicado? Para nada. ¿Ventajas? Todas las del mundo: tienes un filtro de calidad (va a ir uno de los que tú quieres, sin verte inmersa en las críticas que pudieran llegar por el dedazo, así como te aseguras el respaldo de una discográfica), audiencia (más que una sosogala de autopromoción de un cantante), mayor publicidad para el Festival (una preselección suscita más interés y movimiento que un dedazo)...

En definitiva, que TVE tiene que hacer preselección. 8 artistas tenemos. Vale. ¿Y qué nombre le ponemos? Tiene que ser algo sencillito y que NO, repito, NO contenga la palabra 'Eurovisión'. ¿Qué tal si rescatamos el 'Pasaporte a Estocolmo' o el 'Destino Suecia'? No estaría nada mal, y cuenta con la ventaja de que son nombres ya utilizados en el pasado pero que no suenan ni a viejo, ni a rancio. Recuperemos una de esas marcas (especialmente la primera, que fue la gran preselección jamás organizada por el ente público).

Seguimos: formato. Tiene que ser una gala cortita, televisiva. Directos al grano. Coged cualquiera de las semifinales del 2012 al 2014 del Melodifestivalen y os servirán de ejemplo de lo que tiene que ser una gala televisiva. Incluso tendría que durar algo menos. Una gala amena para un viernes noche (ya hemos visto que el entretenimiento familiar tiene un hueco ese día), sin más. Nada de experimentos raros ni de cosas del siglo pasado. Algo actual, fresco, pero sobre todo dinámico. Y nada de un jurado haciendo valoraciones. Caca. Eso caca. Si se pone un jurado, que sea un jurado de expertos, no de cantantes pelotas ni de eruditos eurovisivos cuyo único análisis se basa en decir que en el año 1956 ganó Suiza el Festival. Poner a compositores, críticos musicales, coreógrafos... una selección de expertos, en definitiva. Y si hay jurado, el 50% del público tendría que repartirse de forma escalonada en función del porcentaje, lo que en cierto modo daría un poquito más de peso al valor del público.

Anda mira, en cinco minutos acabamos de apañar a grandes rasgos una preselección. Y creo que la mayoría creemos que tendría que ser algo así. ¿Qué os parece? ¿Se dejarán de cosas raras y harán algo así?