lunes, 29 de diciembre de 2014

¿Cómo se hizo eurofan... @PacoEleAbeso?

La verdad es que no sé muy bien donde comienzan mis recuerdos sobre Eurovision, pero a pesar de mi corta edad, diré que me vienen a la mente muy pero que muy vagos recuerdos de la canción de Lydia. A mi hermana le encantaba su canción y me hacía cantarla con ella. Además, tenía grabado el Festival del '99.

A partir de entonces, solo recuerdo a David Civera y su videoclip, hasta que llegó el año de Rosa, del que ya tengo más recuerdos ,como los cromos de OT o que mi madre decía que Bisbal era un tramposo por lo de los teléfonos móviles. Del Festival solo recuerdo a Jessica Garlick con su vestido zarrapastroso (La rubia, como la llamaba mi hermana) y la actuación española. Después de aquello supongo que me dormí, porque no recuerdo más. Al día siguiente le pregunte a mi madre, súperinocente yo, si Rosa había ganado y ella me dijo que había ganado una rubia de un país raro, y yo pensaba que era la británica, hasta que en el año 2012 descubrí que era Marie N.

De la etapa OT recuerdo también que cada vez que ponían la canción de Beth en La 2 mientras veía los dibujos, yo me ponía a bailarla como una mamarracha, pero nunca supe que iba a ir a Eurovisión. A partir de entonces, y hasta el año 2006, no recuperé el contacto con Eurovisión (con el Junior de por medio), y pensé que había desaparecido aquel festival hasta que mi hermana, que era fan de Kate Ryan, volvió a reengancharse al Festival, y cuando vio que no pasó a la final lo mandó a la mierda hasta el día de hoy... Pero yo vi la final con mis padres, y los Lordi me encantaron y me marcaron muchísimo, además de la choni macedonia (que mi madre decía que parecía una fulana), el rumano, el británico, a Anna Vissi (que recuerdo que mi madre votó por ella), a la Severina aquella (que yo empece a bailar su canción) y a la turca. Creo recordar que a partir de aquel año me hice seguidor del Festival (que no eurofan), y veía todos los reportajes que hacían en la TV sobre el Festival por aquel entonces (que eran los mismos que Uribarri hizo unos cuantos años atrás),  y los programas especiales en los que salían Massiel, Karina o Betty Missiego.

Sin saber el cómo ni el porqué, en 2007 me perdí el Festival y no me lo perdoné, así que un año después viví el fenómeno Chiki-Chiki a tope, y recuerdo que nos lo ponían a todas horas, en todas partes. Como aquel día me fui de comunión, tuve que grabar el festival y verlo al día siguiente. Los piratas letones me encantaron, Kalomira me parecía una niñata repelente, me quedé enamorado de Sirusho... pero fue al final de las canciones cuando descubrí una de mis favoritas de la historia del-Festival: Hold on, be strong, de la guapísima Maria Haukkas.

Un año después, mi pasión por el Festival iba creciendo, y creo que se hizo patente cuando de casualidad un sábado que estaba enfermo me tragué el truño de preselección aquella de El retorno. La canción de Soraya me parecía una caca (por ser educado), y supe desde el principio que iba a quedar como el culo. Para colmo, un día antes del Festival leí en el teletexto de La 1 lo de las semifinales, y cuando vi el vestido de patinadora (que yo pensaba que iba desnuda y le habían rellenado de purpurina) se reafirmó mi teoría. Respecto a Noruega y su victoria a lo bestia, supuso para mí el mismo impacto que los Lordi en su día, aunque a día de hoy odie al unicejo ese. El Festival me encantaba cada año mas, no sé si por el espectáculo visual y musical, por las votaciones, por el hecho de ver a países tan extraños como Azerbaiyán (que yo pensaba que era Irán), Armenia (que pensaba que era una provincia de Alemania y hoy día es uno de mis países fetiches) o el mejor de todos, Macedonia (perdón, Former Yugoslav Republic of Macedonia, como dicen los griegos, que yo me pensaba que era un país en el que solo comían macedonia), o por todo el conjunto. El caso es que disfrutaba un montón viéndolo. Los años 2010 y 2011 supusieron mi consolidación como seguidor, ya que tenía el ritual de ver el Festival y luego ver noticias de prensa sobre el Festival.

El caso es que el hecho de que fuera Pastora Soler me dio la ilusión de que pudiésemos ganar y aquello hizo que viviese el Festival a tope, y fue cuando me convertí en el verdadero eurofan que soy ahora. Comencé a escuchar canciones de otros países, previamente al Festival vi las demás actuaciones españolas en Eurovisión, y aquel año lo viví de forma diferente respecto a otros años. Recuerdo que mientras lo veíamos mi madre recordó a Dana International, y a mí me chocó bastante la forma en la que me lo contó, así que al día siguiente me metí en Internet y comencé a conocer datos y curiosidades del Festival. Sin darme cuenta, con el paso del tiempo me he convertido en un Kings of Love. Luego por Twitter, Facebook y WhattsApp he estado en contacto con otros eurofans con los que he ido intercambiando opiniones y gustos, y es que yo soy una persona de gustos muy peculiares y de extremos: me gustan tanto las obras de arte que nos brindan cada año (Francia e Islandia 2009, Francia 2011, Noruega 2013 o Países Bajos 2014) como los circos y las payasadas supremas, pero sin pasarse (Paul Oskar, Guildo, Verka Serduchka...) o las canciones raras e incomprendidas (Laka, Malcolm Lincoln...). El caso es que las divas de ventilador tipo Carola o Perrelli que hace poco me encantaban, ahora no las soporto. Un poco de originalidad, por favor...
Y esto es todo lo que puedo contar. Solo puedo decir que sin darme cuenta Eurovisión se ha convertido en algo muy importante para mí y que ya forma parte de mi vida aunque suene muy friki todo esto que acabo de decir, pero me gusta demasiado y me vale para todo. Es decir, cuando estoy aburrido, deprimido odesmotivado siempre hago lo mismo: ver un Festival. De hecho, si al día no veo un Festival (aunque sea todos los días el mismo), no soy persona. Y esto es todo amigos... Así me hice yo eurofan. Ahora cuento las horas y los días que puedan quedar para poder presenciar mi primer Eurovisión en directo, pero todo llegará... ¿alguien se apunta conmigo?

miércoles, 17 de diciembre de 2014

En Moldavia son muy de reciclar


Al menos cinco canciones de las clasificadas por Moldavia a la fase de audiciones han participado en otra preselección. Es la noticia eurovisiva del día, sin duda. Suiza se lleva la palma, reutilizando los moldavos hasta cuatro de las canciones (We Are Threelorex, You and I, Yearning y The Queen of the Road), siendo la restante procedente de la preselección bielorrusa (Sweet Brains), que incluso llegó a participar en la fase de audiciones. Pero la cuestión es... ¿se puede hacer?

Sin una respuesta concreta
Y la verdad es que no lo sabemos. Según el reglamento del próximo Festival de Eurovisión sí y no. Y para ello nos basamos en la norma 1.2.2.c. en la que se indica que No artist may compete for more than one country in the ESC in a given year. ¿A qué se refieren exactamente? En el caso de que se refiera al propio Festival de Eurovisión, podrían participar al ser canciones elegidas definitivamente por un único país. Pero si extendemos el término al ámbito de preselecciones, teóricamente no ya que estos artistas han participado por Suiza o Bielorrusia, y ahora lo están haciendo por Moldavia. Pero para darle otro giro de tuerca más si cabe, podemos considerar preselección a todo el proceso o solo a la gala final, lo que complicaría aún más las cosas. Y para darle ya el giro definitivo: ¿y si hubieran sido elegidas para la fase final tanto de Suiza-Bielorrusia como de Moldavia?

Entonces, ¿pueden participar estas canciones que, habiendo participado en otra preselección, han enviado su candidatura para Moldavia? Ahí nos queda la duda...

sábado, 13 de diciembre de 2014

Imaginemos...


Mayo del 2014: España consigue un gran décimo puesto, empatada a puntos con Dinamarca. Viendo el buen resultado, Televisión Española decide apostar de una vez por todas por el Festival de Eurovisión, y para sorpresa de muchos, hace público un anuncio en junio: a partir de septiembre, se abrirá un proceso de recepción de candidaturas de artistas noveles. Pero además de ello, remarcan que paralelamente buscarán a una serie de artistas que lleguen con discográfica para participar directamente en la preselección. Llegado septiembre, comienza el trabajo: tanto los profesionales como los amateurs han tenido tiempo para preparar unas buenas candidaturas, recibiendo temas de gran calidad en ambos procesos.

Presentados los diez temas de los artistas amateurs en Radio 3, se abre el proceso de votación, y de ahí obtenemos la primera candidatura para la preselección: Pasaporte a Viena. El ganador, junto a los seis candidatos elegidos internamente, son presentados en un meeting con la prensa, que además es emitido en directo por la web. Los siete competirán por representar a España en una gala celebrada en Prado del Rey.

Parece que el resultado ha convencido a Televisión Española, tanto en críticas como en audiencia y resultado final, por lo que deciden repetir fórmula de cara a 2016, pero yendo un paso más allá: celebrarán la final nacional en un pequeño auditorio. Pero la demanda de entradas es tan grande, que el mismo día en que se ponen a la venta se venden todas. Nuevamente, la preselección es un éxito, y nadie duda de que Televisión Española ha encontrado una fórmula con la que todos están contentos. Independientemente del resultado, el trabajo es satisfactorio, y deciden ir un paso más allá: se arriesgan y en 2017 organizan la preselección en un pequeño pabellón, pero nuevamente la decisión resulta acertada: todas las entradas se venden. Y visto el aluvión de candidaturas recibidas, deciden aumentar el número de participantes a ocho, siendo una wildcard otorgada por el público y la otra por un jurado profesional interno. Ello será únicamente el primer paso: las audiencias responden, y en 2018 deciden seguir evolucionando el formato, organizando dos semifinales, en Prado del Rey, y una final, nuevamente en un recinto deportivo.

2019 será el año clave: por fin, tras muchos años de trabajo, los mejores artistas del panorama nacional deciden presentarse a una preselección que nuevamente contará con dos semifinales y una final. Ello ha sido posible debido a que TVE ha decidido levantar la mano en aspectos como la libertad de idioma. Los patrocinadores cubren la totalidad del gasto del evento, lo que permite que el dinero que en principio se iba a destinar se reutilice en la gran final de Eurovisión. Parece que los astros se han aliado y España está, por primera vez en muchos años, en disposición de ganar Eurovisión. ¿Lo conseguirá? Eso ya queda a cargo de vuestra imaginación...